Israel e Irán continúan con un intercambio de ataques por cuarto día consecutivo, lo que ha llevado a la activación de alarmas en varias ciudades israelíes, incluida Tel Aviv.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han informado sobre la interceptación de misiles lanzados desde territorio iraní, mientras que las autoridades han instado a la población a buscar refugio.

La reciente escalada comenzó con un ataque israelí el pasado viernes a diversos objetivos relacionados con el programa nuclear iraní, que ha resultado en 224 muertes y más de mil heridos en Irán, según fuentes locales.

Como respuesta, Irán ha llevado a cabo misiones de ataque que han provocado al menos 24 muertes en Israel.

Esta situación marca la primera confrontación militar directa entre ambos países de esta magnitud en décadas, tras años de conflicto indirecto.

Entre las voces que han llamado a la desescalada, el presidente estadounidense Donald Trump ha instado a ambos países a negociar, mientras que Turquía y Rusia han solicitado un cese inmediato de las hostilidades.

Medios estatales iraníes reportaron explosiones en Teherán durante la madrugada, aunque no se han proporcionado detalles sobre su origen.

Al mismo tiempo, la embajada de China en Israel ha instado a sus ciudadanos a abandonar el país ‘lo antes posible’ debido a la creciente violencia.

Las alarmas antiaéreas también sonaron en ciudades del norte de Israel, incluyendo Haifa, y el ejército israelí está llevando a cabo operaciones de defensa para interceptar cualquier misil que amenace el territorio.

A pesar de las especulaciones sobre una posible intervención militar de Estados Unidos en apoyo a Israel, funcionarios han negado cualquier implicación en ataques contra Irán, reafirmando que la postura de sus fuerzas es defensiva.

Desde el inicio del conflicto, una serie de ataques aéreos israelíes han impactado instalaciones nucleares y militares en Irán, dejando importantes daños documentados por imágenes satelitales.

Estos ataques han afectado varios edificios de instalaciones clave en Natanz e Isfahan, incluso han resultado en la destrucción de aviones de combate F-14 en el aeropuerto de Teherán.

El conflicto ha captado la atención internacional, y líderes mundiales han comenzado a expresar su preocupación por la posibilidad de una escalada regional.

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha destacado el consenso en el G7 sobre la necesidad de buscar una desescalada.

Asimismo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha instado a poner fin a los ataques contra civiles en ambos países.

Los enfrentamientos han creado un escenario de inestabilidad en la región, lo que plantea un desafío significativo para la política internacional y la seguridad en Medio Oriente.

Las tensiones también han llevado a especulaciones sobre el futuro de las relaciones entre Irán y sus aliados, como Rusia, que teme perder un socio estratégico en la región ante el creciente conflicto.

Mientras tanto, la situación humanitaria en Irán se deteriora, lo que lleva a un éxodo masivo de personas que intentan abandonar la capital en medio del colapso en la infraestructura y el transporte.

Los expertos observan con preocupación la evolución de los acontecimientos y las potenciales repercusiones para la estabilidad regional.