La cleptomanía: un trastorno psicológico en el centro del estigma y la incomprensión
Investigadores abordan la complejidad de la cleptomanía, un trastorno del control de impulsos que afecta especialmente a mujeres y que sigue rodeado de tabúes.
MADRID.- En los comienzos del nuevo milenio, un incidente protagonizado por la actriz Winona Ryder, quien fue arrestada por robo en unos grandes almacenes, atrajo la atención mundial sobre la cleptomanía, un trastorno poco comprendido y aún más poco estudiado.
Ryder fue condenada a pagar una multa, realizar servicios comunitarios y asistir a terapia, aunque ella nunca confirmó públicamente su diagnóstico.
Este evento iluminó la existencia de un trastorno psicológico caracterizado por un impulso incontrolable de robar, un fenómeno que combina la búsqueda de satisfacción inmediata con sentimientos profundos de culpa y malestar emocional.
La cleptomanía es definida por médicos y psicólogos como un comportamiento egodistónico donde la persona siente una obligación ineludible de llevar a cabo el acto de robar.
Este comportamiento no es motivado por la búsqueda de enriquecimiento ni por el deseo de poseer las cosas sustraídas, sino que se origina en la necesidad de alivio ante una tensión emocional intensa.
Según Lucero Munguía, psicóloga e investigadora en Barcelona, el individuo experimenta una agonía emocional previa al robo, pero, tras cometer el acto, experimenta un breve alivio que es seguido por sentimientos de culpa y vergüenza.
Actualmente, la cleptomanía se clasifica dentro de los trastornos por control de impulsos, junto a otras condiciones como la piromanía. Se estima que la prevalencia de la cleptomanía varía entre el 0,3% y el 2,6% de la población, aunque algunos expertos creen que está subdiagnosticada debido al estigma y la culpa asociada con el trastorno, afectando especialmente a mujeres en una proporción de tres a uno.
La etiología de la cleptomanía es multifacética.
A nivel neurobiológico, se asocia frecuentemente con un déficit en los niveles de serotonina, neurotransmisor implicado en el control de impulsos.
Además, las características psicológicas de personas con cleptomanía suelen incluir rasgos de impulsividad.
Esto lleva a los profesionales a utilizar tratamientos que impliquen medicamentos serotoninérgicos y antiepilépticos para ayudar a manejar el deseo de cometer robos.
Este trastorno también presenta un vínculo con otros problemas de salud mental.
Los familiares de individuos con cleptomanía pueden mostrar una mayor incidencia de trastornos obsesivo-compulsivos y adicciones conductuales.
Estos comportamientos pueden surgir como estrategias de regulación emocional en respuesta a situaciones de estrés, aunque no resultan en alivio a largo plazo.
Aún persiste incertidumbre en torno a por qué afecta más a las mujeres.
Mientras que la impulsividad masculina se relaciona comúnmente con la testosterona y se expresa a través de conductas más agresivas, las mujeres tienden a manifestar su impulsividad en formas menos evidentes.
Esto sugiere que la experiencia emocional podría jugar un papel crucial en la manifestación de estos comportamientos.
Sin embargo, se reconoce que se requieren más investigaciones para entender completamente la cleptomanía y sus características demográficas.
Las personas que padecen este trastorno suelen presentar reticencias para buscar tratamiento.
Es poco común que lo hagan por iniciativa propia; la mayoría acude a consulta tras problemas legales o empujados por familiares.
Esto se ve agravado por el estigma social que rodea a la cleptomanía, lo que retrasa el diagnóstico y la atención necesaria.
A menudo, el inicio de estos comportamientos ocurre en la adolescencia, mientras que la consulta médica puede no producirse hasta varias décadas después, a menudo complicando el tratamiento.
Los profesionales subrayan la importancia de evitar la trivialización de estos trastornos, ya que la burla y el estigma intensifican el sufrimiento de quienes los padecen.
La investigación actual sugiere que el abordaje terapéutico debe adaptarse según las características del perfil del paciente, ya sea más impulsivo o más compulsivo, para incrementar la efectividad del tratamiento.
Nuevos hallazgos sugieren que la comprensión de la cleptomanía podría ser clave para mejorar la atención proporcionada a quienes la sufren.
Sin embargo, la asociación de sufrimiento con esta condición sigue siendo un tema delicado en la salud mental, lo que resalta la necesidad de una mayor concienciación y comprensión social.
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